De la era industrial hemos pasado a la era digital. Así, en los próximos años, la ordenación territorial de Cataluña deberá afrontar una serie de retos de enorme trascendencia. La sociedad industrial, hambrienta de cemento y de autopistas y autovías, tendrá que ajustar cuentas con la sociedad de la información, cuyos rasgos dominantes comienzan a hacerse patentes por doquier. |